COLIBRÍES

"Los viejos mayas cuentan que los Dioses crearon todas las cosas en la Tierra y, al hacerlo, a cada animal, a cada árbol y a cada piedra le encargaron un trabajo. Pero cuando ya habían terminado, notaron que no había nadie encargado de llevar sus deseos y pensamientos de un lugar a otro. Como ya no tenían barro ni maíz para hacer otro animal, tomaron una piedra de jade y con ella tallaron una flecha muy pequeña. Cuando estuvo lista, soplaron sobre ella y la pequeña flecha salió volando. Ya no era más una simple flecha, ahora tenía vida: los dioses habían creado al x ts’unu’um , es decir, el colibrí. Sus plumas eran tan frágiles y tan ligeras, que el colibrí podía acercarse a las flores más delicadas sin mover un solo pétalo. Brillaba bajo el sol como gotas de lluvia y reflejaba todos los colores. Entonces, los hombres trataron de atrapar a esa hermosa ave para adornarse con sus plumas. Los Dioses, al verlos, se enojaron y dijeron que, si alguien osaba atrapar a un colibrí, sería castigado. Es por eso que los colibríes no pueden guardarse en jaulas. Los Dioses los crearon para volar libremente."